LA GANADERÍA EXTENSIVA

La ganadería extensiva ha constituido la modalidad ganadera tradicional y más extendida en Castilla y León y en el resto de España hasta mediados del siglo XX.

Aparición de la ganadería

La ganadería nace en el neolítico hace unos 10.000 años. En ciertos lugares, grupos de seres humanos comienzan a domesticar plantas y animales, de manera que disminuye su dependencia de los recursos silvestres para sobrevivir. De esta manera nacen la agricultura y la ganadería, y aparecen las primeras sociedades que pueden abandonar, al menos parcialmente, el sistema de cazadores-recolectores.
A.SanM. 072Las sociedades agroganaderas tradicionales obtienen el alimento para el ganado directamente del entorno inmediato, aprovechamiento pastos naturales y derivados de la agricultura. Estos ganaderos debían mover a sus rebaños de unas zonas de pasto a otras, emulando los desplazamientos de los herbívoros silvestres. De esa manera, la ganadería ha conseguido subsistir durante miles de años, aprovechando los recursos naturales, sin que la actividad merme la capacidad de regeneración del medio en el que se desarrolla. Este tipo de aprovechamiento es lo que hoy denominamos ganadería extensiva.

La ganadería extensiva y el medio natural

La ganadería extensiva ha supuesto un modo de vida para sociedades de todo el mundo totalmente integrado en los ecosistemas en los que se ha desarrollado. La actividad ganadera tradicional ha modelado el paisaje y la vegetación durante milenios en amplias extensiones de territorio; si bien, la moderada presión ejercida sobre este territorio, ha permitido a las especies silvestres adaptarse a este modelado y convivir sin ningún problema con esta actividad. Esta coexistencia milenaria entre ganadería y fauna silvestre, ha generado multitud de interrelaciones ecosistémicas entre especies silvestres animales y vegetales y la propia actividad ganadera a lo largo de la historia. Una de las interrelaciones más evidentes es la relación simbiótica entre la ganadería y las especies necrófagas o carroñeras, en la que tanto la actividad ganadera como las especies necrófagas salen beneficiadas. Las especies carroñeras obtienen alimento en los cadáveres que se producen en la cabaña ganadera, al mismo tiempo que limpian el campo, impidiendo la propagación de enfermedades entre el propio ganado en incluso sobre la población humana.

La intensificación ganadera

Frente a este tipo de ganadería tradicional, fundamentalmente a partir del siglo XX, se desarrolla y alcanza gran auge otro tipo de ganadería, en el que ya no es necesario llevar el ganado a dónde está el alimento, sino que los rebaños se estabulan y pueden ser alimentados dentro de recintos a partir de forraje cultivado al efecto y de piensos. Este tipo de ganadería, denominada intensiva, permite un enorme incremento de la rentabilidad de las explotaciones, y hace menos duro el trabajo para el ganadero. Sin embargo, las ancestrales interrelaciones entre la actividad ganadera y las especies silvestres se ven interrumpidas.